lunes, 13 de julio de 2009

OCHOMESINA

Estaba tan ansiosa para ver la luz,que no podía esperar mí tiempo, debía llegar antes y eso marcó mí destino de diferencias y esquemas rotos.Madrugada azul con olor a lirios,cielo oscuro tapizado de diamantes,un aviso punzante le dijo al vientre de mi madre, que venía,que ya estaba lista, aún sin estarlo…y tu llanto desgarró la madrugada, y tu rostro iluminó la escena y decían: no era tiempo, dijo la partera, no era tiempo, repitió mi madre, pero no los escuché.

Si jamás me importó el reloj, el calendario ni las leyes de los hombres,¿Será
designio natural o capricho personal?, sea cual fuera el motivo pelie por respirar y lo conseguí. Luché por abrir los ojitos desnudos, sin pestañas ni colores. Asiste con fuerza un dedo materno que sentía temor de tocarte, frágil piel sin acabar,y aunque el alimento llegara a los labios transparentes,tu delicado sistema decía que no,no era comida tu elemento vital, sino el aire nocturno que te acunó aquel día…

Nunca un berrinche, jamás el llanto. Como ave de mar creciste en la orilla del mundo,mientras incursionabas a las islas de tu amada libertad.Vuela! etérea y sutil gaviota, sigue los vientos que te llaman de altamar…

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